¿Y si os digo que el señor Paul Auster me aburre?
Me sentí inexorablemente sola durante la lectura de “El palacio de la luna”, porque, a pesar de esa prosa tan densa, esa voz narrativa tan charlista y ese tuerce tan mágico y casual a la vez.... yo por nada en el mundo conseguía conectar con la obra.
No me conmovieron ni hilos de esos grandes personajes que esboza el neoyorquino ni la perfectamente llevada encrucijada de casualidades en la que el autor los envuelve. No sentía nada a pesar de lo desgarradores que resultaban los relatos. Me parecían inverosímiles – ese carrusel del azar en el que mete Auster sus personajes cuan marionetas no me sorprendía, más bien - me daba pena. Había momentos en los que sufría por abundancia – como si el relato, demasiado adornado con palabras de tan detalladamente descrito, se hiciese pesado cayendo en una oscuridad viscosa. Todo era tan escrupulosamente conectado y planificado que me asfixiaba. Ese compuesto filigrana no me dejaba respirar y a la vez me parecía soporífero.
He de hacer justicia a la novela y no me despediré sin alabar la capacidad de Auster de parir frases maestras. Frases poéticas que, de vez en cuando, camufla en esa prosa suya falta de diálogos, totalmente dominada por un testimonio monótono.A pesar de ser un tomo lleno de monólogo tan repetitivo, cansino... Auster se luce durante unas páginas, y nos regala unos pasajes magistrales, originales y llenos de esencia. Pero esto no es suficiente para que me concilie con él.
Luna de Chema Madoz |
Os confieso que me preocupa el hecho que no sepa apreciar un autor tan reconocido como Paul Auster. Le he dado ya muchas oportunidades: he leído Trilogía, he leído Viajes por el Scriptorium y ... ahora este. Me siento niña tonta... me siento inculta, pero tengo que ser sincera (como una buena lectora que soy) y confesar que: sufro sus novelas.
Ahora sí: ya me podéis crucificar.
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Como bien sabréis, la lectura conjunta de "El palacio de la luna" de Paul Auster la organizamos entre unos cuantos amigos del #CafeLiterario.
En sus blogs podéis apreciar las reseñas del libro: mucho más favorecedoras que la mía aunque no exentas de crítica.