viernes, 5 de octubre de 2012

La ciénaga de la desilusión. Reseña de "Tierra de Caimanes" de Karen Russell.

Karen Russell: Tierra de Caimanes, Tusquets Editores

sinopsis
El parque temático que la dinastía de los Bigtree, domadores de caimanes, posee en una de las pantanosas Diez Mil Islas frente a las costas de Florida sufre un duro revés con la muerte de Hilola Bigtree. Ésta, madre de tres hijos, era la estrella del parque gracias a sus arriesgados y espectaculares números con los caimanes; para colmo, a unos kilómetros, acaba de inaugurarse un sofisticado competidor, el parque temático Universo Oscuro. La familia empieza a desmoronarse: el Jefe Bigtree, ahora viudo, parece ausente… y acaba, efectivamente, ausentándose; Kiwi, el hijo mayor, se pasa a la competencia en un intento por mantener a flote el negocio familiar, y Ossie, la segunda, empieza a tener extrañas visiones. De modo que Ava, la pequeña, una adolescente de trece años, queda a cargo de noventa y ocho caimanes en medio del vasto y desolador paisaje de su dolor, pero con una conmovedora energía para afrontar cualquier peligro.
***
En los pantanos tenebrosos de Swamplandia, un entorno natural convertido en un parque de atracciones, Karen Russel cuece historias estremecedoras pero a la vez conmovedoras. No es un libro apto para todos los públicos, la autora se regocija en los oscuros rincones del alma humana, toca temas duros, complicados e, incluso, incómodos. 
El libro plasma el peculiar paso por el infierno de la pequeña Ava y sus hermanos. Plagada de fantasmas, espectros e ilusiones es la profunda, húmeda espesura de las ciénagas de Diez Mil Islas, situada en la costa de Florida. El mundo imaginado emerge como la respuesta y la defensa de los adolescentes ante la muerte y el cáncer, el aislamiento y la crisis. 

momentos en vista de...

El más preciado tesoro de los Bigtree, sin duda alguna, es: Hilola, la madre de los niños, su heroína, la susurradora de los monstruos de la Ciénaga y la santa patrona de los pantanos de Swamplandia. Después de su muerte, su leyenda es lo único que les queda a Ava, Kiwi y Ossie. Con el tiempo, pierden hasta esto y se aventurarán por los oscuros senderos hacia la madurez. El espectáculo de los horrores de niñez les cobrará caro, desde el miedo, la inseguridad y la falta de amor, trazarán una odisea anegada y salvaje. Siniestra y exenta de esperanza. 

momentos en vista de...

El regusto que deja la novela de Karen Rusell es bien amargo: de las tierras pantanosas solo hay una salida... y lleva al universo oscuro. Un cuento triste, horripilante de cómo la realidad se come a la fantasía. Los niños aprenderán que las fauces de la desilusión son todavía más desgarradoras y peligrosas que las de un caimán.

momentos en vista de...

El lenguaje magistralmente bordado de la novela puede resultar demasiado denso en ciertas ocasiones. Contiene frases y párrafos que constituyen una obra de arte en sí mismos. Pero a veces no es lo suficiente. Hay momentos, que la lectura se atasca, agobia. He de reconocer que un repaso del escalpelo del editor le haría un gran favor. 

Rasposo, definido por los críticos como un ejemplo de "estilo gótico sureño", el libro de Russel es un retrato agotador de la ciénaga del alma humana, apto, sobre todo, para los amantes de la exuberante prosa americana. Me recordó "El laberinto del fauno", eso sí: bañado en la salsa sureña. 

Para los interesados, lectura breve, cortesía de Tusquets Editores. 

Si queréis conocer otras opiniones sobre "Tierra de caimanes",  clic en las reseñas de los blogs del #Cafe Literario:

10.15 Saturday Night
El blog de la HierbaRoja
Galletas chinas
Leer sin prisa
Offuscatio

7 comentarios:

  1. Da gusto leeros a Sergio y a ti. Yo no encontraba las palabras y veo que es porque las teníais vosotros dos... :-)
    Es buena novela, pero con "peros", y eso nunca es bueno. Densa, lenta y agotadora en algunos puntos, pero como dices con fragmentos brillantes.
    Esperemos que la autora aprenda de estos fallos para la próxima ocasión.

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado como estableces ese frágil puente entre la tierra de caimanes y el universo oscuro. Por lo demás, ya sabes que no coincidimos en nuestras impresiones. Además tengo la literatura estadounidense en muy buena consideración, y Russell (todavía) no está a la altura.

    ResponderEliminar
  3. Ja!
    Atram, da gusto leerte a ti también... Sergio es otra historia, Sergio nada con los caimanes en lo que al escribir se refiere, las palabras le obedecen sin más:) Coincido contigo - el libro de Russell es muy agotador pero también creo que se le puede asignar muchas cosas buenas.

    @offuscatio Sí, ya me he dado cuenta. Es un libro muy peculiar, pero tiene su potencial, su cierto encanto, contienen unas frases brillantes capaces de iluminar toda una página. Quizás no tengamos suficiente background para apreciar su sabor sureño... Creo que supo describir el universo de los Bigtree por muy rocambolesco e imperfecto que nos pueda parecer

    ResponderEliminar
  4. Me ha gustado mucho tb ese puente entre la oscuridad de los pantanos y el universo oscuro. Es cierto que de lo mejor de la novela son las descripciones y las atmósferas opresivas tanto del paisaje como del interior de los personajes. Magnífica reseña, un equilibrio genial entre pros y contras. Bsos

    ResponderEliminar
  5. No, no y no! No tiene nada que envidiarle tu reseña a ninguna de las demás. Mientras yo estoy atascado en el Universo Oscuro, tú eres la auténtica Swamplandia!

    En tus palabras encuentro lo que de verdad he leído. En las mías, sólo palabras de fogueo que intentan, intentan, intentan, pero...


    Little bye!

    ResponderEliminar
  6. Bueno, parece que coincidís en muchos puntos, una buena idea que falla al ser llevada a cabopor la técnica aunque parece que tiene destellos brillantes. ¿Poca consistencia por la joven edad de la autora? :)

    ResponderEliminar
  7. Me ha gustado mucho tu reseña, le pones musicalidad a las palabras (bueno, eso no lo haces sólo en esta reseña, sino siempre que escribes) :)

    Coincido contigo en que Russell tiene párrafos memorables, en los que es capaz de analizar la realidad, ponerse profunda y que recalen en el lector. Sin embargo, como comentas, quizá le vendría bien una poda de algunos pasajes que por decirlo de algún modo, sobran.

    El título muy apropiado, además.

    ¡Estoy dispuestísima a cualquiera otra propuesta que tengas a bien de hacerme! :)

    ResponderEliminar