domingo, 25 de septiembre de 2011

"After Dark" de Haruki Murakami. La reseña - Zoom in.

Cuando quiero "volver a mi misma" y sentirme como en casa, cuando siento angustia y quiero ahuyentarla, cuando me siento fuera de paréntesis... leo a Haruki Murakami.  Me zambullo en su mundo, una trenza de los mundos mejor dicho, cierro los ojos y "duermo" en sus historias. Hace un par de semanas volví a re-leer "After Dark" y me sentí como si estuviese visitando unos buenos amigos que desde varios años no había visto. Cuanto les echaba de menos.


Ajusté las agujas de los relojes, tic tac, tic tac... y dejé que el libro respirase a través de mí.

Sinopsis de "After Dark" 
Cerca ya de medianoche, en esas horas en que todo se vuelve dolorosamente nítido o angustiosamente desdibujado, Mari, sentada sola a la mesa de un bar-restaurante, se toma un café mientras lee. La interrumpe un joven músico,Takahashi, al que Mari ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri, modelo profesional. Ésta, mientras tanto, duerme en su habitación, sumida en un sueño «demasiado perfecto, demasiado puro». Mari ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante;Takahashi se va a ensayar con su grupo, pero promete regresar antes del alba. Mari sufre otra interrupción: la encargada de un «hotel por horas» pide que le ayude con una prostituta agredida por un cliente. Dan las doce. En la habitación donde Eri sigue sumida en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y en la pantalla empieza a distinguirse una imagen turbadora... pese a que el televisor no está enchufado.


Eri y Mari pueden ser hermanas solo de noche - en la luz del día brilla la fluorescencia de las rectas obvias que se convierten en curvas redundantes. El velo de oscuridad es lo que hace más cercanas las relaciones humanas, su falta de certeza las habilita, en la penumbra iluminada por tímidos neones se olvidan las diferencias y crecen los lazos. La invisibilidad que une a los seres humanos esparcidos por la ciudad  carnívora, les guía entre la sensación del peligro cruzada con el accidente y la oportunidad. La charla entre seres que desde las tinieblas y lo incierto construyen sus seguridades. “After Dark” es un libro del que emana una juventud disipada en dudas y estigmatizada por efectos secundarios de la soledad. Mari y Takahashi... los incomprendidos que salen de noche. Ya hace mucho dejaron de temer las tinieblas. Su joven vida tocada por la duda existencial añora el desenlace, la confrontación. Busca una conexión, quiere conjuntar, desea proceder de algún sitio, tener raíces…


El ritmo de "After Dark", una sonata nocturna, no decae ni un momento. Es una historia nacida de una serie de coincidencias entre diálogos lentos e incidentes curiosos sin embargo violentos. Murakami sirve una peripecia urbana escrita en forma de un guión, observada desde las alturas como si de un plano de película se tratase: el abanico de los puntos de vista, los numerosos ángulos y escenarios. El reloj que marca las fases de la noche y un televisor que sirve de médium que conecta los dos mundos: el onírico y el real, los solapa de tal manera que bien entrada la noche no sabremos si lo que vemos es una grabación, una vista en vivo o un reflejo.


Creo que el maestro Murakami como nadie consigue plasmar la inquietud humana crecida de la soledad entre la multitud - la soledad de incomprensión, la soledad del miedo;proveniente de outsiderismo. El autor japonés describe sensaciones oníricas en términos universales, escribiendo desde la experiencia colectiva, integrante, al mismo tiempo volviendo, dirigiéndose hacia ella. En el desvanecimiento, la agitación y el temblor de pensamiento genera la transición hacia un tiempo y un lugar distinto. ¿El refugio? El sintiempo.


Siempre cuando me sumerjo en sus novelas, estoy bien alerta para no perderme ese momento de conjugación de tiempos y superficies. A veces es como esconderse en una especie de armario giratorio, ese softspot que aparece en cada uno de su libro, 180º y gama de colores distinta. En “After Dark” es la pantalla del televisor, por ahí se desciende al submundo: 
“Dondequiera se hallen los propósitos de cada uno, también nos vemos transportados juntos, a la misma velocidad, hacia el flujo subterráneo del tiempo”.
"After Dark" es una pieza maestra. En esa melodía de jazz improvisado de mundos paralellos y paisajes espejos, donde cada el tono resuena dualismo de la fantasmagoría y el  realismo crudo, Murakami cuenta  historias de luz y sombras, de ambigüedad de la vida humana. Esas melodías  pretenden ser una definición del mundo propio, un mundo autofabricado de piezas encontradas, donde uno pueda escaparse de la soledad e inseguridad y huir hacia la tranquilidad y la autoconciencia. Somos viajeros eternos. Dice una de las protagonistas del libro que vivir es “hacer carreras con mi propia sombra….”. Todos buscamos encontrar en nuestras vidas un lugar seguro, donde sentirnos a gusto, tranquilo, en casa. Un refugio entre las tinieblas. 


Las fotos que aparecen en el post pertenecen al fotógrafo japonés Araki Nobuyoshi, son de varios albumes,"Tokyo Still Life", "Elegy" y "Tokyo Nostalgia".Fuente

domingo, 18 de septiembre de 2011

La rentrée.

Tostada me gusto más. Y aunque los hombres ya no me miran como antes, no le doy importancia a ese crucifijo. Vivo un ahora demasiado bello. Con un toque de colorete en la cara pintada de miel me alegro la jornada. Empino la espalda como un fotómetro hacia la luz de la tarde, bailo semidesnuda entre las espumas de la mar, cuento nubes en desenfoque y bordo paisajes oníricos de los granos de arena con los pies. Tostada al sol. 

Foto by: Dreamflow 

"Ahí está él, el mar, la más ininteligible de las existencias no humanas. 
Y aquí está la mujer, de pie en la playa, el más ininteligible de los seres vivos. Como el ser hu­mano hizo un día una pregunta sobre sí mismo, volvién­dose el más ininteligible de los seres vivos. 
Ella y el mar."
Clarice Lispector, "Las aguas del mar"


De dulce nadahacering, paseos sembrados por la costa y cenas a la luz de velas estaba provista mi semana en el pueblo pesquero de L'Escala. Volví ayer,  re^nacida del horizonte azul, re^compuesta de varias horas de silencio en la orilla.   
Y aunque estoy de vacaciones, todavía, siento que en 4 horas se acaba mi sintiempo. Lo echaré de menos.  He ocupado de nuevo mi sillón de lectura, he apilado los libros en la mesita de noche, he abierto las pantallas habituales... ¿Estoy aquí? Ahora sí, ahora parece que sí. 

***

Para mí, la nostalgia tiene un toque sedoso que esconde un sabor prolongado e intenso, nacido de azules conjugados por la sombra. La nostalgia cuando la música suena... aislada en sus notas profundas. 

^
Lejos del palabreo vacío, me haré una promesa íntima, una carta de amor en mi registro más pasional. Escribiré. Trabajaré. Haré todo lo que pueda, utilizaré todo el néctar de mi psyche y soma. Y más. Amaré cada una de las letras, acariciaré todos los espacios. Trabajaré mucho. Apretaré el gatillo y dispararé fotos. Cruzaré los posibles experimentos. Romperé hacía el horizonte. Miraré y veré. 

lunes, 5 de septiembre de 2011

Está llegando... 1Q84, Libro 3.

En octubre 2011 volveremos a los túneles del tiempo subterráneo iluminados por la luz de dos lunas. Hoy Tusquets Editores ha publicado la portada y la sinopsis de la última entrega de la obra maestra de Haruki Murakami. Promete. 
Esperaré impaciente el desenlace de la saga, 1Q84, Libro 3. 


A las voces de Aomame –la enigmática instructora de gimnasia y asesina– y de Tengo –el profesor de matemáticas y escritor–, se suma, en este tercer volumen de la novela 1Q84, la de un nuevo personaje, un detective llamado Ushikawa. Su última misión, encargada por Vanguardia, el misterioso culto religioso, consistió en comprobar si Aomame era digna de confianza para trabajar para el líder. Ushikawa dio el visto bueno a la joven, pero ésta los traicionó a todos, cometió un nuevo asesinato y luego desapareció. Si el detective no logra encontrarla, la venganza de la secta se abatirá sobre él. Entretanto, Aomame y Tengo, cada uno a su modo, siguen deseándose en la ausencia, buscándose –en el más puro estilo de Murakami– casi sin moverse de su sitio, aislados, quizás a punto de experimentar un giro radical en sus vidas y esperando un reencuentro que los redima... en el mundo de 1984, o en el de 1Q84, ese fantasmagórico universo con dos lunas.
No paro de preguntarme: 

¿Conseguirán Tengo y Aomame ajustar las piezas del mecanismo onírico para encontrarse? 

Y vosotros, ¿qué respuestas esperáis encontrar en la tercera parte?


Mis impresiones sobre las primeras dos entregas de la trilogía: 

domingo, 4 de septiembre de 2011

Clarice Lispector es lluvia. "Cerca del corazón salvaje".

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Veo una niña preciosa sentada en la orilla, su rizos envueltos en la humedad de las olas, sus ojos compuestos de la búsqueda del horizonte lejano. 
Veo una mujer desgastada en la vida ordinaria, hambrienta de gotas, sedienta de palabras, rabiosa y apasionada. Odiada. Desenfrenada en su obsesión por si misma. Por dibujarse. Por ser.


La mujer se busca, en vano, se adentra al pasado en pos de la niña. La niña escapa hacia el futuro, persigue olas de tempestad. Ansiosa por ser mujer. Nunca coinciden, las dos viajeras eternas. Infancia y madurez. Niña y mujer.
***

Leo a Clarice Lispector y huelo lluvia. Veo mar. Veo cielo nublado amenazando con un diluvio de versos. 
Joana. Niña. Viven en el delirio de dudas, duermen en el limbo, se alimentan de frenesí, beben gotas de rocío de la soledad… La novela "Cerca del corazón salvaje" chispea un tono muy personal, introspectivo, un diálogo íntimo más bello que he leído nunca. Es un diario, una crónica de la niña, de la mujer - bella y delicada, de un talento y una sensibilidad salvajes, de una naturaleza fuerte e irreprimible.

Sinopsis:
Cerca del corazón salvaje es el intento de construir la biografía de Joana, no el personaje central, sino uno de ellos, desde la infancia hasta la madurez, buscando la verdad interior, estudiando la complejidad de las relaciones humanas, intentando olvidar la muerte, la muerte del padre, que Joana no aceptará jamás. En esta autora, el silencio es el centro de su obra. y también, la meditación y la experimentación sobre los límites de la palabra. Nadie duda hoy de que la obra de Clarice Lispector es, en nuestro tiempo, una de las experiencias más profundas para expresar temas que nos desbordan: el silencio y el ansia de comunicación, la soledad en un mundo en el que la comunicación ficticia nos abisma en el desamparo, la situación de la mujer en un mundo creado por los hombres. Cerca del corazón salvaje es ya, en este sentido, un clásico, y su importancia no hará más que destacarse con el tiempo.
´´´
{eso lo llaman vida} 
Ellas no conocen sus fronteras, buscan esbozar los bordes de su existencia en vano, nadan en el río de dilemas. Cuando toda respuesta  falla, lloviznan páginas de lágrimas trenzadas de letras. Desde el concentrado de su frenesí caen borrasca de frases. Su literatura es como agua que diluye, una novela que aclara. Clarice. Muchas Clarice. Varias. Todas. 

Las páginas del libro son como el agua que nutre. Aviso que su humedad empapa. Hay párrafos que presagian desasosiego existencial. Hay frases que zozobran hasta el final de la página sin acariciar ni siquiera la orilla. Clarice no teme sumergir sus personajes en el pasmo y abandonarles en la duda. 


Clarice Lispector no se resume. De ahí el carácter meandroso de mi reseña. Lispector es imprescindible para todo aquel que ama a las palabras. Hay escritores cuya infinidad no se puede describir. Hay escritores que lo son. Clarice pertenece a este tribu: es una tejedora nata. Diluyó su vida entre las letras, dedicó su existencia completamente al arte de urdir los hilos de la creatividad. El arte de vivir. 

En la obra, “Cerca del corazón salvaje” Joana ha salido con el propósito de traer a casa la esencia pero no ha encontrado el camino de vuelta. Ahora dudo si alguna vez existió esa casa… y ella? Imaginación puede ser tramposa. Tanto silencio que se manifiesta en un griterío mudo. ¿Ha vuelto a casa la niña?

Leeré más y os lo diré. Tengo en la mesita de noche: “Un soplo de vida”. Dice su sinopsis:
Un soplo de vida es la última indagación literaria de Clarice Lispector y, quizá, su más intensa meditación sobre el sentido de la vida y del acto de escribir libre de toda atadura.
Muchas gracias, @gancedo por regalarme el libro e introducirme en el mundo de Clarice. Me quedo ahí...