miércoles, 30 de noviembre de 2011

El hombre es efímero. "El mapa y el territorio" de Michel Houellebecq

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tribute to Bon Iver

Esta vez no... 

No se puso ni escudo de ironía atrevida, ni el filo de amargura sociológica, faltó también, tan venerado por él, el picardí del elogio del cuerpo y del placer carnal. Se nos ha mostrado humilde, vulnerable pero, al mismo tiempo, valiente como nunca. Se ha superado... Tantas veces Michel Houellebecq ha pujado su naturaleza de escritor y sociólogo hacía limites inesperados e inaceptables, consiguiendo de esta mezcla un jugo único, amargo que, como el ácido, corroe el tejido del panorama contemporáneo. Con "El mapa y el territorio" ha utilizado el lápiz blando, aún así, el esbozo que presentó abruma con el nivel de detalle e impresiona en su magnitud. Suave, más goncourtiano, menos morboso y más maduro. ¡Chapeau! 


Leer Houellebecq es dejarse revelar, sucumbir a sacudidas de remordimientos constantes, agitar la conciencia, dejar que te imprima la vergüenza y la repugnancia, que tu alma se fije en los detalles más dolientes... Es abrir la herida, examinarla, rasgarla y hacerla mortal, como la vida misma. Le llamo a Houellebecq el Monsieur Sinceridad, aunque sé que los hay que le llaman "el cabrón expiatorio". 

Houellebecq nunca compadece. 

Houellebecq no tiene piedad ni para él mismo. 

Houellebecq es natural, sincero y justo. 

Hace lo que le sale... y el resultado siempre sobrepasa con creces mis limites de atrevimiento. Porque es un genio. Imperfecto como todos nosotros. Ni es un gran escritor ni un gran profeta, pero sí se ha anunciado como el gran aficionado de la verdad. Desde que leo a Houellebecq tengo ganas de levantarme en el metro y decir "haz el favor de controlarte, chillas mucho". Desde que leo a Houellebecq, tengo ganas de decir  "no me vaciles, soy una inmigrante - no idiota". Desde que leo a Houellebecq... me doy cuenta de la gran mentira que vivimos hoy en día. Creo que su prosa ha cumplido su función en mi caso...  Y pensar que todavía me falta por disfrutar su (eso dicen) mejor novela: “Las partículas elementales”.

La novela "El mapa y el territorio" se aparta del camino tan conocido por los fans de Houellebecq que habitualmente detecta los tumores de la sociedad contemporánea y los remueve, extirpa sin anestesia, dejando al descubierto la marca. Esta vez su bisturí no está hecho del elemento morboso. En "El mapa y el territorio” Houellebecq coge una hacha y machaca sin remordimientos todos los clichés.

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Con su última obra, Houellebecq se vuelve hacía la novela de viaje, una odisea de Jed el fotógrafo...  un camino cantado a 3 partes y un epílogo ecléctico. Señor Ironía nos hace de sherpa y nos lleva de caminata hacía las tinieblas. Conduce a un paraje desconocido, entre los hierbajos y maleza, al núcleo de lo salvaje del paisaje y cuando el silencio y la sensación de fin parece arrasar nuestra existencia, le deja solo, le deja engullir su propia idiotez y llorar su final. En soledad. Como recluso, aislado. 

En el laberinto moderno de los infinitos diagramas de lo qué es correcto y lo qué significa  mostrar tolerancia, aparte del chismorreo casi ritual de la falta de entendimiento, por encima de todo, reina el caos y la superficialidad. Monsieur Sinceridad ha mostrado en su última novela que lo primario, por muy hormonal y biológico, primitivo que sea, es natural y "limpio". Es válido. Perdura. 

Nature swirl

No todos son trozos perfectamente cosidos de tela lisa. El Francés tiene una manía de sobre-extenderse, en sus novelas hay frases asesinas que se aposentan en casi una página, volcando un laberinto de digresiones y subordinadas que revuelven el estomago y perjudican la vista. Esto también abunda en "El mapa..."
Pero se lo perdono. Hace mucho que la narrativa convencional no me conmueve, que no me hace sentir rabia, la impotencia... Si sois de los lectores que aprecian la movilización de cuerpo hacia una obra de arte, que añoran una reacción, que aborrecen tramas correctas y personajes entrañables.... coged Houellebecq, os hará recordar qué es sentir los sentimientos más primarios. Leed "El mapa y el territorio", vosotros, los híbridas, los productos culturales... no temáis a la inevitable obsolescencia.

Permanecer

Pienso "El mapa y el territorio" y me viene a la mente mi paisaje interior que con tanto esmero intento describir con palabras y con fotos. Luego gimo silenciosamente, para mí misma, porque bien recuerdo lo que dejó caer Houellebecq al final de su novela.
Si el mundo se callase por un momento... se oiría poco más que los crujidos de la vida humana que es un insignificante nada en el lienzo de la eternidad dominando por la perseverancia de la naturaleza. 

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Quería dar gracias a mis amigos de la lectura conjunta por el twitter: Aramys, Atram y Carol que junto conmigo atravesaron la superficie cruda y difícil de "El mapa y el territorio". Todos disfrutamos con la lectura y pronto leeremos algo más del Francés Sincero. 
Os dejo enlaces para las reseñas (soy la última en publicar, porque esta vez, como bien comprenderéis, no podía escribir desde la sensación de la obligación sino desde el destello de la motivación e inspiración. Ahora sí, ha hervido la reseña). 

7 comentarios:

  1. No sé qué contestar... Sinceramente, temo ensombrecer con mis palabras tu reseña. Es brillante y profunda, está claro que tú también sentiste la bofetada, la hormigonera que arrasó con todo al leer este libro. Lo has sentido aún más.
    Hay que buscarle un hueco a Las partículas elementales!!

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  2. Me falta nada para coger a este escritor. Todo lo que cuentas me gusta, y eso de machacar clichés me pirria, a ver qué clichés ve.
    Me acabo de enterar de que era parte de una lectura conjunta. ¡Qué pena! Me hubiera apuntado seguro.
    Un saludo

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  3. Si con esta entrada no consigues que todos se lancen de cabeza a conocer a Houellebecq, entonces no entiendo nada, magnífica y personal reseña, como siempre. TExto y fotos de la mano en una combinación mágica. Yo tengo muchas ganas de ponernos ya con Las partículas. Bsos

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  4. Bri-llan-te. Brillantebrillantebrillante. Jo. Intima y poderosa reseña Karo...me ha encantado, que tendrá Houellebecq que nos llega tanto...que ganas tengo de leer Las partículas...ya se lo he pedido a mi librera, sera perfecto para cerrar el año :)

    Abrazos...

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  5. Cada vez tengo más ganas de participar en vuestras lecturas, bueno, ya estoy en el club de facebook, pero tengo que hacerte varias preguntas =)
    A ver si te mando pronto un mail jeje

    Un besote!

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  6. Qué bonita reseña, Karo. Me has dejado con ganas de conocer al autor.
    Un abrazo.

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  7. Houllebecq siempre vuelve a los mismos temas pero el aura de vacío vital se encarna en 'El mapa y el territorio'como nunca, incluyendo su propio asesinato...

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