A los lectores asiduos al blog ya les sonará mi tendencia de comparar los libros a los objetos y/o las sensaciones. Cada libro que leo inspira en mi alma lectora… una metáfora – más o menos pintoresca y compleja. Hoy quería presentaros la reseña de la segunda parte de 1Q84 de Haruki Murakami, una novela imprescindible y frágil, una aventura literaria multidimensional y peligrosa. Quería hablar de su aparición metáforica. Será una reseña dual – os guiaré por mi idea de la trama para pasar a la percepción del laboratorio del arte de Murakami.
Pienso en 1Q84 y no puedo quitarme de cabeza ni cuerpo la sensación de caminar por un estrecho túnel. Durante la lectura de la primera parte de 1Q84 daba pasos pequeños, me adentraba en la aventura, mis ojos hambrientos palpaban el camino, sentía el frío de las paredes, temía la oscuridad y no quería alejarme de la entrada. Avanzaba poco a poco, me introducía en la historia. Cuando pasé a la segunda parte de la trilogía 1Q84 ya estaba acostumbrada a la escala de grises del libro, caminaba por el túnel más segura, conocía la distancia entre las paredes, no chocaba ni tropezaba, me hice amiga de Tengo y Aomame, Tamaru fue mi guardián. Me concentré en el argumento, me devoró el ambiente. En cierto momento perdí la sensación, despegué los pies de suelo – ya no era yo quién caminaba por el túnel, era el túnel que se adentraba en mí. El libro abrió una brecha en mí hasta llegar a la capa más profunda. Se apoderó de mi imaginación y mi sensibilidad. A esa invasión la acompañó una delicada sensación de desorientación hasta el túnel se recompuso y me regaló la luz, destelló en la visión de una salida.
Hacia ahí vamos, los protagonistas y yo.
¿Podremos encontrar la puerta de salida en la tercera parte de 1Q84?
He de reconocer que hasta ahora no me encontré con una obra literaria que pudiese tener este poder sobre mí - de impregnación total. Cuidado, no sabréis cuando y el libro os succionará. Igual un día os vais a dormir en 2011 y el otro os despertáis mirando el cielo del 1Q84.
- arte -
La técnica de Haruki Murakami desborda arte, es multidisciplinar. En la saga 1Q84 reafirmó lo que ya sabía anteriormente: este autor tiene un don especial - él de fotografiar la trama que ingenia… con palabras. Su cámara literaria capta las ideas y las historias para plasmarlas en instantáneas. El escritor japonés utiliza la doble exposición, solapa negativos de varias historias – hace escenas a lo bokeh nocturnos – con su pluma enfoca los protagonistas para diluir sus siluetas el entorno… Le añade una banda sonora cuidadosamente seleccionada a esta serie de foto-litera-grafías. Gracias a su buen ojo y su mejor pluma obtiene resultados de lo más increíbles y geniales. Es un maestro de retrato femenino – las ilustra bellas, sensuales y complejas, pero con orejas al descubierto. Hace narrativas masculinas interesantes - con un toque gastronómico y deportivo. Tuerce suavidad y alisa rugosidades. Balancea el libro, le da una ligereza a los diálogos, pero siempre con granulado bien visible – para mostrarnos los trazos de leer entre líneas y de buscarle otra lectura a lo más obvio. Es un artista que posee una técnica magistral - daría mucho por poder visitar algún día su laboratorio.
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Cierro la tapa del libro. Cierro los ojos, veo los héroes y las heroínas en escenas llenas de expresión, retorcidas por una mueca de surrealismo. Medio-sonrío y enjuago las lágrimas, no me despido de Tengo y Aomame, ya los llevo dentro de mí. Los hice mis aliados, los reclamé y atesoré. Estarán ahí, cuidados por mi crisálida hasta que las editoriales nos traigan la tercera parte de 1Q84.
Suspiro una infinidad de veces.
[Deleite]
Tengo ganas de introducirme en ese túnel, has despertado con tu reseña aún más curiosidad de la que ya tenía. en cuanto al libro de Kyoichi ¿qué me propones? je je me encantan las aventuras lectoras. Un besazo
ResponderEliminar@Carol
ResponderEliminarAviso aunque supongo que te habían advertido, el túnel es una serpentina surreal, pero el libro vale cada segundo de su lectura.
Btw, Te ha picado la curiosidad, lo sabía;) Te mando un e-mail bien misterioso, a ver qué tal te parece la idea.
hmmmm, mñam! qué rica receta...digo reseña, y qué ganas de devorarla sin piedad ninguna-:) un ojo observador y un alma literaria sensible a cualquier roce de palabras, los excelentes como siempre. un beso!
ResponderEliminarAhoj ;*
ResponderEliminarAgradezco el almibar y invito a ser la cereza del fondue del blog;)
Espero pronto tu participación litera-foto, que esas metáforas me las enseñaste tu;)
Hola! felicidades por tu blog, está muy pero que muy bien! he venido a leer la reseña de 1Q84 y ya me he quedado un ratito.
ResponderEliminarMe alegra ver una reseña positiva de este libro, me lo estoy leyendo y la verdad es que "me apetece que me guste", no sé si me explico...
Terminé la semana pasada 1q84...y a mi parecer (no soy nada objetiva,claro,porque soy muy fan de murakami)...es de lo mejor que he leído de él. Es genial.Te adentras en un mundo paralelo y absorbente...es realmente fantántico.
ResponderEliminarHola! he llegado a tu blog por casualidad, buscando por la web para calmar la ansiedad que provoca la interminable espera de la publicación del libro 3 de 1Q84. Ayer terminé de leer, por segunda vez, los libros 1 y 2 y la experiencia ha conseguido superar aquel primer encuentro con Aomame y Tengo. Aprovechando la atmosfera, el espacio, las sensaciones, las emociones y las imágenes sugeridas por Murakami, intentaré volver a pintar algún cuadro a la vez que me entrego a la lectura del nuevo libro.
ResponderEliminar"No cabe duda. Hay dos lunas. Este ya no es el mundo original"