Que los días comiencen y que los días acaben, que el tiempo transcurra, que tu boca se cierre, que los músculos de tu nuca, de tu mandíbula, de tu mentón se relajen del todo, que sólo el subir y bajar de tu caja torácica, los latidos de tu corazón sigan dando testimonio de tu paciente supervivencia.
Georges Perec: Un hombre que duerme. |
Una de estas lecturas que aterrizará pronto en mi mesita de noche.
Tiene muy buena pinta. Llevo tiempo que los libros de esta editorial entran en mi casa sin invitación, todos me gustan.
ResponderEliminarBuen blog, te sigo.
Un beso
Q buena pinta! Es que es ver los libros de Impedimenta y se me van los ojos ja ja Un besazo
ResponderEliminarImpedimenta... ÑAM.
ResponderEliminarQuiero toooodos sus libros, esto no es normal =)
Un beso!