lunes, 24 de octubre de 2011

Visitando la ciudad onírica. Reseña de una novela de Patrick Modiano.


Sinopsis: 
Guy Roland es un hombre sin pasado y sin memoria. Ha trabajado durante ocho años en la agencia de detectives del barón Constantin von Hutte, que acaba de jubilarse, y emprende ahora, en esta novela de misterio, un apasionante viaje al pasado tras la pista de su propia identidad perdida. Paso a paso Guy Roland va a reconstruir su historia incierta, cuyas piezas se dispersan por Bora Bora, Nueva York, Vichy o Roma, y cuyos testigos habitan un París que muestra las heridas de su historia reciente.
***

"No soy nada. Sólo una silueta clara, aquella noche, en la terraza de un café" 

Así empieza "Calle de las tiendas oscuras" de Patrick Modiano, una novela que imita un scrapbook literario. La historia avanza a trompicones, la acción se resuelve en una pila de fotos amarillentas e hilos hechos de palabras faltas de contexto, los viejos registros de teléfonos persiguen fichas que parecen sacadas de una novela detectivesca. 

"Calle de las tiendas oscuras" es una investigación policiaca, donde el sujeto y la víctima son los mismos -  el propio "yo", el protagonista, Guy Roland. El detective se persigue a si mismo, desmenuza su pasado que cubre un grueso vendaje del olvido y de negación. Se atreve a perseguir la respuesta a una pregunta peligrosa: "¿quién soy yo?" Intenta reconstruir su pasado, filtra la materia densa de la subrealidad, aisla frases y acontecimientos  con tal de uniros y  reproducir su pasado. 


Los fantasmas que pululan en los sótanos del pasado, los ecos torturados por el pluscuamperfecto siguen los pasos de Guy Roland. Él es un valiente investigador privado que se dispone a recorrer las callejuelas de Paris en pos de su identidad perdida/destruida. Rebusca entre los escombros de sus amores y sus amistades, debajo de gruesa capa del paso de tiempo, identifica poco más que el olvido y el miedo. Es complicado decir si lo que encuentra le satisface y más complejo aún discernir qué pretendía encontrar. Puede que su determinación no hizo otra cosa que derribar los restos de esperanza y arder con la llama del vacío y sinsentido.


Dice Modiano en una de las entrevistas:
"Me fijo en elementos que existen realmente: calles, personas, e intento infundirles misterio. Creo firmemente que incluso las cosas que nos parecen más banales contienen un misterio que, si uno las mira fijamente, acaba por desvelarse, como todo tuviera una especie de subrealidad. Hay misterio en todo."

Confieso mi debilidad por temas de existencialismo explayados en un paisaje urbano, un terreno crudo que roza nuestras almas con inexplicable hostilidad y amenaza con la aniquilación de la identidad. Por esa misma razón  me enamoré enseguida del estilo fragmentario, arrancado, incompleto de Modiano, quien como nadie, consigue crear un ambiente sombrio y neblinoso. Un aire gélido del misterio atraviesa sus novelas, marcándolas de vacío y duda, de incerteza paralizante. Admito mi fascinación por el "submundo",  la capa  onírica - lo que cuentan rincones oscuros, rostros desdibujados, siluetas oscuras, los interiores de cajas y sótanos. En esta novela de Modiano, la realidad olvidada se pasea en paralelo con la realidad imaginada, tiene sus propios recorridos, sus interpretaciones inventadas que coexisten con el mundano día a día.


El espíritu modianesco ya forma parte de mí, me acompaña en el metro, comparte conmigo la soledad urbana,  sufre junto a mí la fuerza de la nada que se nutre de la debilidad y la selectividad de la memoria humana. Cuando pensaba en sus libros, en los portales abandonados de Paris, las puertas a las que nadie llama, me acordé de uno de mis fotógrafos  favoritos: Jeanloup Sieff, parisino, viajero, soñador. Creo que sus fotos maravillosamente explican la sensación de aislamiento, soledad y el estigma de la realidad fragmentaria  - los componentes que dominan en la prosa de Patrick Modiano. 

miércoles, 19 de octubre de 2011

Melancolía según Patrick Modiano.

Mis últimas semana llevan señas de la literatura del francés Patrick Modiano, de su narración fragmentaria, quemada por el fulgor de la duda existencial.

Maduro la reseña, la acaricio en mi fuero interno...
Mientras tanto:
“A mitad del camino de la verdadera vida, nos rodeaba una adusta melancolía, que expresaron tantas palabras burlonas y tristes, en el café de la juventud perdida.”
"El café de la juventud perdida" ,  Patrick Modiano 

Almost Third Fire

[Btw] En Cracovia tenía una cafetería favorita...  que visitaba con mucha frecuencia y entrega (i.e. mi Tiffany's personal;) 
En Barcelona todavía no me he hecho con ningún rincón - acepto vuestras sugerencias. 

miércoles, 12 de octubre de 2011

Reto Juguetes.

Después de una pausa, vuelvo a participar en los Retos de Familia Fotera. Encantada e ilusionada, no dudé ni un momento en apuntarme para el Reto Juguetes.

Os presento mis pasatiempos analógicos, pueden parecer de lo más dexterianos. Armada de pinzas, filtrada por guantes, me paso mis tardes montando diapositivas. En mi habitación impropia del aforo muy limitado... suena muy buena música, se oyen murmaullidos del gato. Y es donde se solapan pedacitos de realidad con "las ventanitas para poner diapos" - mis nuevos juguetes.  Una combinación perfecta.



PD. Es una foto digital, muy móvil - me ha fallado el revelado en el labo. (Cosas tristes que pasan cada vez más a menudo - cierran muchos laboratorios... Reiros, la generación de Photoshop¡!)

La lista de los participantes del Reto Juguetes: aquí. 

jueves, 6 de octubre de 2011

#queleoahora

Libro 3 de 1Q84 de HARUKI MURAKAMI...




"Aomame vigilaba el parque y las lunas la vigilaban a ella" p.27




Corred, fans murakamianos, Libro 3 de 1Q84,  el desenlace de la historia de Tengo y Aomame, ya está en librerías... 
Adelanto de 1Q84 Libro 3 de Haruki Murakami.

Pssst: iré actualizando la entrada con mis citas favoritas de esta lectura.

domingo, 2 de octubre de 2011

Journal intime. Foto-proyectos de 36 encuadres.

Hablar con palabras, hablar con luz... ambas cosas me suponen un cóctel bien agitado de alegría, satisfacción y alivio.

personal diary

Hoy empiezo una andanza de foto-narrativa, una especie de diario íntimo, "journal intime" captado en analógico. La idea surgió hace mucho tiempo pero no fue hasta este fin de semana que cobró forma y fecha. Recibí de mis queridos papis un paquete especial, llevaba marmeladas deliciosas de mi madre y aparte de eso 2 cámaras analógicas recién adquiridas en un mercadillo de antigüedades. 

Elijo una de ellas, una Voigtlander Vito B (del año 1955) cargada de un carrrete de Kodak Portra 400ASA para el proyecto de Journal Intime. Mi idea es disparar 36 fotos en 30 días, del 2/10 hasta el 31/10, captando mis momentos íntimos durante un mes, escenas más significativas de cada jornada. Será1 encuadre por día y tendré 5-6 de fotogramas de reserva, (con cámaras que tienen más de 50 años nunca se sabe...)

Espero seguir con ese proyecto pasados esos 36 disparos, cambiando mes a mes el tipo de película, alterando color con blanco y negro, diapositiva... 

Quiero tratar este foto-proyecto como un ejercicio de narrativa y encuadre. Iré haciendo fotografías, pero también estaré apuntando en un libreta un barrido de frases para recordar la jornada. Luego, al revelar el negativo, contrastaré las fotos y las palabras para que se fundan en una historia de mi cotidianidad. El objetivo principal, sin embargo, es encontrarle un hilo de luz al trayecto que repito cada día, desde el alba hasta el amanecer y no perderse el destello de la importancia cuando el sol cunde al horizonte de mi jornada.



Muchas gracias a Dreamflow por retratarme con mi "herramienta de trabajo";)  El empezó ayer su desafío fotográfico de "366 días". ¡Ánimo!